- Victor Li mostrando una sección de ECC
- Flecha de una sección de ECC
El profesor de la Universidad de Michigan, Victor C. Li, junto con otros investigadores, crean el primer hormigón capaz de autorepararse. Esto sería posible por la producción de carbonato cálcico al estar expuesto al agua de lluvia y el dióxido de carbono.
«Es como si tenemos un pequeño corte en la mano, el cuerpo es capaz de curarse a sí mismo. Pero si lo que tenemos es una gran herida, el cuerpo necesita ayuda y es posible que necesite puntos de sutura. Hemos creado un material que es capaz de repararse a sí mismo. Incuso si se sobrecarga, las grietas son pequeñas”, dice Víctor Li.
Según el profesor Li, este material, el ECC, es más flexible que el hormigón, de hecho se comportaría más como el metal o el vidrio ya que sería capaz de doblarse sin romperse, algo impensable en el hormigón actual que es rígido y quebradizo. El ECC está recubierto con unas fibras que lo mantienen unido, impidiendo la aparición de grietas y que le permiten estirarse hasta un 5% más de su tamaño inicial. Con esto, el profesor Li asegura que sería inneceseario el uso de las barras de acero, que en la actualidad se usan para evitar que dichas grietas se produzcan y que dotan al hormigón de mayor resistencia a tracción.
Con el ECC las infraestructuras serán más seguras y duraderas invirtiendo el proceso de desgaste típico y deterioro a un proceso de autoreparación, y el hormigón reduciría el costo y el impacto en el medio ambiente. «Nuestra esperanza es que cuando se realice la reconstrucción de nuestras carreteras y puentes, lo hagamos bien, para que no tener que pasar por un proceso de reparación costoso y tener que reconstruirlo nuevamente en cinco o 10 años», dijo Li. «Además, la reconstrucción con hormigón flexible permitiría una relación más armoniosa entre el ambiente natural y las construcciones por la reducción de la energía y la huella de carbono de estas infraestructuras.»
Ahora mismo el costo del ECC es tres veces superior al del hormigón tradicional, pero a largo plazo supondrá un ahorro ya que no se invertirá en mantenimiento. En zonas con alta actividad sísmica el ahorro será mucho mayor, y además será posible evitar el derrumbe de edificios . Ya se ha empleado un hormigón de estas características en un edificio residencial en Osaka y en un puente de Michigan y ahora se va a emplear en canales de riego en Montana.
Las conclusiones de esta investigación se recogen en el artículo «Autogenous healing of engineered cementitous composites under wet-dry cycles», además el profesor Li dará un conferencia sobre Materiales de reparación autógena en Chicago este mes de Junio.